Somatización: ¿Qué es? Sus causas y cómo dejar de somatizar

Las personas que somatizan, no fingen ni tampoco mienten. Sienten dolor y sufrimiento.


Persona sentada agarrándose la cabeza

Por

Licenciada en Psicología especializada en psicoterapia cognitivo-conductual

Los conflictos psicológicos se expresan a través del cuerpo. Los médicos no encuentran una causa orgánica a las dolencias que manifiestan algunos pacientes. Sin diagnóstico, con pensamientos que aumentan el miedo y la ansiedad, muchos de ellos se sienten incomprendidos.

Definición

Somatizar significa una secuencia de acciones (mecanismos de defensa inconscientes) mediante las cuales un trastorno psicológico produce síntomas físicos. Dichos síntomas no tienen causas orgánicas documentadas por análisis o estudios médicos.

Ejemplos

Es una realidad que quien somatiza busca ser evaluado y diagnosticado. Se trata de relacionar el sufrimiento físico con una causa orgánica. Estas personas necesitan acceder a un tratamiento médico que alivie sus persistentes síntomas físicos y malestar emocional.

El dolor en alguna parte del cuerpo es la queja más habitual en las consultas médicas. En ocasiones pueden coexistir varios síntomas de distinta naturaleza asociados a sensaciones de ansiedad. Hay preocupación excesiva, inquietud y temor por lo que pueda ocurrir.

Quisiera detenerme en este punto. El miedo es una respuesta positiva para ayudarnos a superar situaciones difíciles, pero también puede ser paralizante. Los miedos crónicos están relacionados con acontecimientos traumáticos a edades tempranas del desarrollo, a vivencias de falta de contención y desamparo.

Dolores de garganta

Algunas personas concentran en la zona de garganta problemas relacionados con la ansiedad. Manifiestan tener dificultades para tragar alimentos (bolo faríngeo), sensaciones de asfixia y ahogo.

Dolor de oídos, tinnitus y sordera

El estrés también suele causar pérdida auditiva y tinnitus ( zumbido en los oídos). Cuando estamos estresados, producimos mayores cantidades de adrenalina. Esto causa una reducción del torrente sanguíneo y puede afectar la audición. Una interrupción del flujo sanguíneo daña las células del oído y es susceptible de producir sordera.

Bruxismo

Apretar los dientes mientras dormimos es un signo de ansiedad y estrés. Los casos de niños y adultos con bruxismo ponen en evidencia la necesidad de implementar cambios en el estilo de vida. Estudios[1] recientes en adolescentes han demostrado una correlación entre el bruxismo y el acoso estudiantil o abuso verbal.

Dolores de cabeza

El estrés es la causa que se reporta con mayor frecuencia. La contracción del cuello y del rostro como consecuencia de estar expuesto a emociones fuertes es un detonante.

Es bien conocido que Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis sufría de reiterados y severos dolores de cabeza. Estos padecimientos lo llevaron a desarrollar una teoría psicoanalítica de los dolores, en particular de la migraña. Fue con el nacimiento del psicoanálisis que se comenzó a dar importancia a lo que expresa el cuerpo.

Dolor abdominal, vómitos, trastornos digestivos, pérdida de apetito

Las emociones tienen un gran impacto sobre nuestro sistema digestivo. La inflamación de las paredes del estómago causan dolor, pesadez, irritación, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. Las gastritis afectan nuestra calidad de vida y en caso de no encontrar una causa orgánica, debemos explorar la manera en que gestionamos nuestra ansiedad, miedos, expectativas y estrés.

Enfermedades de la piel, dermatitis, erupciones, acné

La piel es el órgano más extenso del cuerpo. Está demostrado que existe una importante  correlación entre el estrés emocional y algunas enfermedades dermatológicas. Muchas veces no podemos resolver la tensión intrapsíquica que nos produce un determinado conflicto. Es así que en un intento por encontrar alivio, lo convertimos en una queja del cuerpo. Una dermatitis por ejemplo, puede ser una excusa perfecta para no tener contacto físico con otra persona.

Dolor en el pecho

Desde tiempos inmemoriales se ha relacionado al corazón con la manera en que gestionamos las emociones. Es conocida la expresión “casi me da un ataque al corazón” cuando recibimos una mala noticia. Hace muy poco tiempo, se describió en Japón, una enfermedad que simula un infarto de miocardio. Se trata de descargas hormonales producidas bajo los efectos de una emoción fuerte. Recibe el nombre de Síndrome de Takotsubo y a diferencia del infarto, las pruebas clínicas descartan una obstrucción coronaria.

Dolores musculares y articulares

Muchas veces tanto el dolor de espalda como el dolor en las rodillas son producto del estrés. Los dolores articulares también guardan relación con impactos fuertes a nivel emocional. A veces son culpas que se cargan como por ejemplo mandatos familiares. Todo se transforma en una mochila que se carga en la espalda.

Los sentimientos de desvalorización y falta de autoestima se hacen visibles en algo tan simple como observar la forma en que una persona camina o se mueve. Tal vez nos esté transmitiendo que ya no puede seguir, que le pesa la tarea que desempeña, que se siente desbordado. Todas ellas son emociones que si no se liberan, calan hondo en la salud.

Causas: ¿Por qué se somatiza?

Las principales causas por las que las personas somatizan son el estrés y la ansiedad, según estudios. Si bien es común experimentar estas emociones en cierta medida, algunos pueden sobrellevarlas y recuperarse mejor que otros.

Puede tratarse de estrés provocado por la rutina, como por ejemplo el trabajo de un médico, o bien por un hecho puntual como un divorcio o un accidente. Es importante contar con estrategias para controlar el estrés y así poder evitar problemas graves de salud.

Si miramos desde una perspectiva psicológica, debemos entender la somatización como un mecanismo de defensa inconsciente que transforma un dolor emocional en un síntoma físico. El fin es quitar la atención sobre lo que produce ansiedad. Los mecanismos de defensa constituyen un medio para atravesar eventos emocionales amenazantes.

Cómo evitar somatizar

En general, es posible dejar de somatizar siempre y cuando estemos dispuestos a realizar cambios en nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Debemos hacer una revisión de nuestras actitudes. Aquí van algunos consejos útiles para evitar somatizar:

  • No victimizarse. Dejar de lado el sentirse víctima para asumir el protagonismo y responsabilidad frente a la enfermedad.
  • Desarrollar hábitos saludables. Debemos hacer cambios en nuestro estilo de vida, favorecer una alimentación saludable y desechar el sedentarismo.
  • Controlar el estrés y la ansiedad. Tomar medidas prácticas que favorezcan el control del estrés y la ansiedad.
  • Tratamiento profesional. Hable claramente con su médico acerca de sus miedos y solicite un tratamiento.
  • Meditación. Incorpore técnicas de meditación y ejercicios relajantes.
  • No aislarse. Mantenerse en contacto con otras personas favorecerá su calidad de vida. Piense que el diálogo nos potencia. El intercambio puede ser el principio de la confianza y el bienestar emocional.
  • Tener proyectos personales. Bunge sintetiza la idea diciendo “El futuro pertenece a quienes diseñan y actúan más que a quienes esperan”. Establezca un encuadre que limite las actitudes destructivas que impidan que sus proyectos se lleven a cabo.

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Somatización y conversión

Hablamos de trastorno de conversión cuando una persona presenta síntomas, en su mayoría neurológicos, que no se pueden explicar por una causa física.

Ejemplo de conversión

Una persona llega a la consulta médica debido a una amnesia que le ha hecho perder recuerdos de su historia vital reciente. Luego de estudios clínicos, no se detecta ninguna afección orgánica cerebral. Su amnesia es selectiva y tiene que ver con recuerdos con fuerte impacto emocional.

Según Sigmund Freud los impulsos instintivos que se reprimen, vuelven transformados en síntomas somáticos conversivos[2]. Tanto la somatización como la conversión se encuentran conceptualizados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de las enfermedades Mentales. Se incluyen dentro de los trastornos somatomorfos.

Conclusión

La somatización es una secuencia de mecanismos de defensa inconscientes por los que padecimientos psicológicos se manifiestan en dolencias físicas. Entre las principales causas se encuentran la ansiedad y el estrés.

Es posible dejar de somatizar si estamos dispuestos a cambiar nuestra narrativa interna. Lo principal es buscar mecanismos para controlar el estrés y la ansiedad. Por ejemplo, la meditación mindful o las relajaciones guiadas pueden ser útiles.

Ver Fuentes

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Fuentes

  1. Ramiro Eduardo Guzmán Guzmán. Trastorno por somatización: su abordaje en Atención Primaria. Rev Clin Med Fam vol.4 no.3. Octubre 2011. http://dx.doi.org/10.4321/S1699-695X2011000300009.
  2. Gaedicke Hornung Andrés, González-Hernández Jorge. Somatización y Trastorno Conversivo: Clínica, fisiopatología, evaluación y tratamiento. Revista Memoriza.com. 2010. ISSN 0718-7203.

Por

Psicóloga

Jacqueline Sabaj es Licenciada en Psicología especializada en psicoterapia con orientación cognitivo-conductual. Se dedica al estudio de los desórdenes de la personalidad y centra su atención en cómo minimizar su impacto en la vida de las personas. Jacqueline completó su formación en la Universidad de la República del Uruguay.

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