Inteligencia emocional: ¿Qué es y cómo desarrollarla?

Manejar nuestras emociones es la base del éxito.

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Hombre haciendo símbolo de corazón con los dedos

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Licenciada en Psicología especializada en psicoterapia cognitivo-conductual

¿Alguna vez sentiste que hay mucho por hacer y que no te alcanza el tiempo? ¿Te ves enojado, estresado, agobiado, muy exigido y sentís que no es posible manejar tus emociones?

¿Cuántas veces te has preguntado porqué te vienen sentimientos de tristeza, de enojo o de impotencia que afectan negativamente tu vida?

Si no controlas tus habilidades emocionales, si no eres capaz de controlar tus emociones estresantes, si no puedes tener empatía y relaciones efectivas, entonces no importa lo inteligente que seas, no vas a llegar muy lejos.

Daniel Goleman

Antes de comenzar

Lo que debes saber es que desde el momento en que te levantas de la cama por la mañana hasta que vuelves a acostarte por la noche pasas el 90% del día sintiendo emociones, y éstas emociones tienen un impacto en las cuatro áreas más importantes de tu existencia, la salud, tu vida afectiva, el trabajo y tus relaciones sociales.

La expresión inteligencia emocional forma parte del léxico de  las nuevas generaciones y es muy común que aparezca en tapas de  libros, en revistas, en juegos para niños o promociones de cursos que ofrecen capacitación para desarrollarla.  Es la piedra angular de asesores políticos, docentes y consultores de diversas profesiones.

En el año 1920, el psicólogo Edward Thorndike hizo referencia al término bajo el nombre de “inteligencia social” y la definió como una capacidad para “comprender y dirigir a las personas y actuar sabiamente en las relaciones humanas….”  

En 1983 Howard Gardner presenta la teoría de las Inteligencias Múltiples.

En 1976 el Dr. Wayne Dyer publica el libro “Tus zonas erróneas” en el que expone técnicas de autoayuda.

En 1990 los psicólogos Salovey y Mayer comienzan a utilizar el término inteligencia emocional. 

Sin embargo, fue en el año 1995 con la publicación del libro “Emotional Intelligence” que el psicólogo y profesor Daniel Goleman lo populariza e impulsa el conocimiento de este concepto.

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¿Qué es la inteligencia emocional?

“Es la capacidad de sentir, entender y aplicar eficazmente el poder y la agudeza de las emociones como fuente de energía humana, información, conexión e influencia” Robert K Cooper.

 “Es un subconjunto de la inteligencia social que comprende la capacidad de controlar los sentimientos y emociones propios, así como los de los demás, de discriminar entre ellos y utilizar esta información para guiar nuestro pensamiento y nuestras acciones” Peter Salovey, Marc A. Brackett y John D. Mayer.

 “Es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y los de los demás, motivarnos a nosotros mismos, para manejar acertadamente las emociones, tanto en nosotros mismos como en nuestras relaciones humanas” Daniel Goleman.

Las tres definiciones tienen en común 5 puntos:

  • Reconocer los sentimientos cuando aparecen. Identificar el estrés antes que se convierta en agotamiento o la irritación antes que se transforme en ira seguramente nos haría a todos la vida más fácil.
  • Gestionar y adecuar nuestras emociones al contexto y momento preciso. Es necesario saber  diferenciar el detonador de la emoción con la acumulación de sentimientos no expresados. Es lo que popularmente se llama “la gota que llena el vaso”. Reprimimos  emociones y luego algo insignificante y nos hace estallar.
  • Capacidad de motivarse a uno mismo posponiendo la gratificación inmediata a favor los objetivos. Implica estar preparado para tolerar presiones y frustraciones, manteniendo un control de la impulsividad.
  • Saber reconocer las emociones de los demás. Implica  mantener una actitud de empatía y una escucha activa que también reportará beneficios a favor de nuestro desarrollo personal.
  • Saber relacionarnos con las emociones ajenas y comprender el impacto de las nuestras en las otras personas. Se trata de desarrollar nuestra capacidad para trabajar en equipo.

Hoy en día si quieres trabajar en una empresa u organización, es esencial que aprendas a enfocar tus habilidades y competencias a los requerimientos de un grupo.   

Como dijo Aristóteles: “poder expresar las emociones a la persona correcta, por una razón correcta, en el momento correcto, con una intensidad correcta y de la manera correcta no es fácil ni todo el mundo lo puede hacer.”

Dos parejas divirtiéndose

Hay personas que tienen esta capacidad más desarrollada que otras. No tiene correlación alguna con la idea de inteligencia clásica que todos conocemos.

El estrés emocional es el responsable de una cantidad de enfermedades. Las personas que constantemente corren de un lado para otro, siempre apuradas, impacientes y competitivas son más vulnerables a sufrir un ataque cardíaco que el común de la gente. Tal vez sean muy inteligentes, muchos de ellos pueden tener un alto cociente intelectual si bien no son competentes en el manejo de sus emociones. 

Otras personas pueden tener dificultades y mostrar limitaciones en su capacidad intelectual y sin embargo no es un impedimento para llevar una vida con éxitos afectivos y laborales.

No sirve demasiado ser muy inteligente, si no va acompañado de esas capacidades de gestionar y entender las emociones, propias y ajenas.

Hoy en día, los psicólogos que trabajan en selección de personal dentro de las empresas, evalúan la capacidad que tienen los postulantes de lidiar con sus emociones y tolerar las situaciones de estrés. Los empleados con alta inteligencia emocional son mucho más productivos para las organizaciones. Una de mis frases favoritas es “Quién domina sus emociones controla su vida”.

El concepto de inteligencia emocional llegó para quedarse. En todos los ámbitos de la vida profesional, afectiva y social se lo tiene en cuenta, ya sea a nivel académico, empresarial, como para encontrar pareja en un sitio de citas  o rendir mejor en una competencia deportiva.

Inglaterra tomó la decisión de establecer como materia de secundaria la inteligencia emocional, como forma de reprimir la violencia en los estudiantes.

También en el desarrollo del niño su impacto es clave ya que se sabe por ejemplo que padres, censuradores, opresores y castigadores generan un desarrollo emocional disfuncional.

Podemos deducir que la inteligencia emocional es tenida en cuenta en diversos ámbitos de la vida, desde la educación hasta el nivel empresarial y social.  

No en vano la Harvard Business Review se refiere a la inteligencia emocional como “un concepto revolucionario, una noción arrolladora, una de las ideas más influyentes de la década”.

¿Quién fue Daniel Goleman?

Daniel Goleman es un psicólogo nacido en 1946 en California, Estados Unidos. Sus padres eran profesores universitarios. Trabajó como periodista en el New York Times y luego se desempeñó como profesor en la Universidad de Harvard.

Es autor del libro Inteligencia Emocional que en 1995 se transformó en un best seller que  cambió y revolucionó definitivamente el concepto de inteligencia con más de 5 millones de ejemplares vendidos.

Los fundamentos previos los encontramos en la obra de Howard Gardner Inteligencias múltiples escrita en 1983, quien reconoce en las personas la existencia de otras capacidades además de las verbales y lógico matemáticas desarrollando un modelo que se contrapuso a la idea reduccionista de la inteligencia propia de la época.

Howard Gardner introduce la idea de dos tipos de inteligencias que refieren al área social y emocional, la inteligencia interpersonal y la inteligencia intrapersonal.

Las 5 dimensiones de la inteligencia emocional

Según Daniel Goleman la inteligencia emocional consta de 5 dimensiones que se clasifican en dos áreas. La intrapersonal, que es la capacidad que tiene el individuo de entender e identificar sus emociones y la interpersonal que es la capacidad de entender las emociones de los otros y actuar en consonancia a ello.

1. Autoconciencia

Es la habilidad para entender lo que sentimos, reconociendo cómo se ven afectados nuestros estados de ánimo y por consiguiente nuestro comportamiento.

El esquema es el siguiente: “Me siento A porque B”

Según Goleman la autoconciencia es una competencia que nos permite conectar con nuestras creencias y valores. Es una guía para estar alineados con nuestras motivaciones, recursos e intuiciones ayudándonos a elegir el camino más conveniente.  Un requisito para poder comunicar nuestras emociones a otras personas.

Implica una correcta valoración de fortalezas y debilidades sumada a la confianza que tenemos acerca de nuestro valor y capacidad.

2. Autocontrol emocional

Tiene que ver con el manejo de nuestros estados de ánimo, es la habilidad  para recuperarnos de los errores y las dificultades, de controlar nuestros sentimientos y adecuarlos a las circunstancias.

El camino no es una línea recta, es importante disponer de recursos para afrontar los obstáculos que se presenten. Implica flexibilidad y apertura a enfoques nuevos.

Dan Gilbert dice que la emoción es una brújula que nos dice qué hacer. Una brújula que se encuentra perpetuamente atascada en un único punto, no sirve para nada.

3. Automotivacion

“La automotivación es la clave para iniciar una tarea y llevarla a término” Weisinger

Es la tendencia que impulsa a una persona a actuar de determinada manera para lograr una meta.

Persona mirándose al espejo sonriendo.

Una estrategia para estimular la motivación es visualizarse a uno mismo cumpliendo una meta. Es importante no sacar el foco ante cambios inesperados o imprevistos, ya que estos siempre estarán presentes en mayor o menor grado. Ser perseverantes en el logro de nuestras metas es esencial para realizarnos y desarrollar nuestros talentos y competencias. 

Weisinger nos propone que debemos aprender a pensar en forma positiva y nos da a conocer las siguientes técnicas:

  1. Utilizar afirmaciones motivadoras. Ej. “Hoy va a ser un día muy productivo”.
  2. Realizar juegos mentales. Ej. Catalogar a los días como “Día cero defectos” “Mejor día laboral”
  3. Enfocar nuestro pensamiento mediante la delimitación temporal y focal. Significa que manifestamos a nuestro entorno que no queremos ser interrumpidos. Nos concentramos en las tareas que debemos hacer y las anotamos.
  4. Emplear imágenes mentales. Ej. Nos visualizamos como ganadores.
  5. Hacer autocríticas constructivas.
  6. Establecer metas significativas. 

4. Empatía

Es la capacidad de “leer” a otras personas. Significa comprender los sentimientos de los demás, ser sensibles a sus emociones, pensamientos y experiencias.

El esquema sería el siguiente: “Tú te sientes A porque B”

Aquí es necesario tener en cuenta tanto el lenguaje verbal como el gestual. Se trata de estar atento a lo que la otra persona está sintiendo y el motivo que desencadenó esa emoción. Poder  entender y responder con sensibilidad logrando mantener un alto grado de conexión con el otro y descubrir lo que está intentando expresar. 

Es darse cuenta de las posibilidades de desarrollo de las otras personas y reforzar sus habilidades, previendo y reconociendo sus necesidades.

5. Habilidades sociales

Implica ser competentes para inducir respuestas deseadas en los otros.

Comprende planear tácticas de persuasión, saber negociar, capacidad de liderazgo, saber manejar situaciones nuevas, establecer vínculos, practicar una escucha activa y saber trabajar con otros para lograr metas compartidas.

Cómo desarrollar la inteligencia emocional

El desarrollo de la inteligencia emocional es un tema de estudio constante,  se sabe que es determinante en varios ámbitos de nuestra vida, tales como las relaciones sociales y laborales, la salud, la vida de pareja y familia o el rendimiento académico. La falta de éstas habilidades afecta a las personas en el día a día.

Varios estudios revelan que la inteligencia emocional mejora con los años. Por este motivo creo que en los cuentos y las historias, casi todos los sabios son personas mayores. La sabiduría ha estado asociada a la edad desde tiempos inmemoriales.

Existen varias técnicas para su desarrollo, si bien las estrategias basadas en la terapia cognitivo conductual son a mi juicio las más efectivas. Todo comienza por cambiar nuestros pensamientos y de esa manera cambiaremos nuestras emociones y las conductas que las acompañan.

La inteligencia emocional se puede educar y potenciar desde edades tempranas, si bien siempre es un buen momento para empezar.

¿Cuál es la mejor edad para comenzar a desarrollarla en los niños?

Es aconsejable su estimulación en niños desde el nacimiento, a través de miradas, caricias, juegos, canciones. Todo lo que consideres que favorece un buen vínculo emocional contigo y el mundo que lo rodea.

La inteligencia emocional la educamos constantemente, incluso desde el momento de la concepción.

Es importante favorecer la empatía y la conexión con sus sentimientos y los del entorno, una buena comunicación es  clave para que se sienta seguro y sea capaz de expresar lo que le preocupa.

Carl Rogers decía que ser empático es ver el mundo a través de los ojos del otro, y no ver nuestro mundo reflejado en sus ojos.

Diez estrategias para mejorar tu inteligencia emocional que puedes comenzar a emplear hoy mismo

Las personas inteligentes a nivel emocional tienen una mejor salud tanto física como mental y gestionan en forma más eficiente sus problemas. Padecen con menor frecuencia estados de ansiedad , estrés o depresión y emplean estrategias de afrontamiento positivo en la solución de conflictos.

1. Identifica la emoción que está detrás de tu comportamiento

Es probable que muchas veces actúes sin saber por qué lo haces. Conectar con las emociones y saber cómo influyen en tus conductas te ayudará a sentirte más enfocado y a mantener la salud. 

Si cada vez que te enojas sientes que no puedes contener tus impulsos, tu pulso se acelera, quieres gritar o romper algo, debes saber que hay evidencias que la ira y otras emociones fuertes afectan directamente al corazón y a las arterias.

Respira hondo y haz una pausa. Cuenta hasta diez. Piensa en la última vez que experimentaste ese sentimiento. ¿Te hizo bien? Reflexiona acerca de esa emoción e intenta encontrar su origen.

2 Nombra tus emociones. Enriquece tu vocabulario.

Las emociones básicas son 6 de acuerdo a la propuesta de Ekman (1983). Son universales e innatas. Algunos las llaman “Las Seis Grandes Emociones” (The Big Six).

  1. Sorpresa
  2. Asco
  3. Tristeza
  4. Ira
  5. Miedo
  6. Alegría

Sin embargo, nuestra experiencia nos dice que hay muchas más, algunos autores han descrito más de 250 entre emociones y sentimientos.

Sea como sea, lo importante es conocer las emociones que podemos experimentar, ya que varios estudios han comprobado que tu riqueza emocional guarda una relación directa con el conocimiento del tipo de emociones que puedas sentir.

Cuántas más conozcas, mejor preparado estarás para identificarlas y  hacerles frente. 

No es lo mismo que digas “me siento triste” a que digas “me siento melancólico, decepcionado, aburrido o abandonado” 

Son varias las investigaciones que confirman el vínculo entre un pobre control de impulsos y un escaso dominio del lenguaje.

En The Ackerman Institute, equipos de terapeutas se encuentran abocados a enseñar a las personas con dificultades de expresión a utilizar palabras para identificar sus emociones, como primer paso para frenar impulsos.

3. Observa el lenguaje corporal

¿Acaso nunca te sorprendiste apretando con fuerza los dientes por la noche, o con un gran dolor de cabeza luego de haberte enojado? ¿Si te sientes estresado, te cae bien la comida?

Prestar atención a éstos mensajes del cuerpo es una manera para conocernos mejor y adquirir recursos que nos permitan manejar  las emociones.

Todo lo que nos pasa, también pasa en nuestro cuerpo. Saber descifrar lo que nos está queriendo decir es una de las claves para favorecer nuestro bienestar.

4. Lleva un diario emocional

Llevar un registro escrito de las emociones intensas que sientes día a día, describiendo lo más concretamente posible el factor desencadenante , la intensidad de esa emoción,las repercusiones en tu cuerpo y todos los datos que tu consideres necesarios para un posterior análisis.

Ejemplo, “Mi jefe me dijo que no está conforme con mi trabajo y que debo volver a  realizarlo.” El primer pensamiento que tuve fue que quisiera no volver más “Recién había terminado de tomar un café, y una sensación de ardor se instaló en mi estómago”. “Me sentí muy enojado, con rabia, no valorado y algo decepcionado. En ningún momento pensé que mi trabajo no estaba bien hecho. Sentí que al hacerlo puse todo de mí”

¿Qué me está diciendo este relato? Entre otras cosas que cuando me siento presionado o exigido quiero huir de la situación. No quiero o puedo afrontarla. Cuando me enojo mi estómago se resiente.  No me anticipo a la posibilidad de que algo no salga como yo había pensado. Tengo una baja tolerancia a la frustración.

5. No evites las situaciones que te asustan

Muchas veces tenemos miedo de enfrentarnos a situaciones difíciles que desencadenan inseguridad.

Por ejemplo sentimientos de desaprobación o miedo al rechazo hace que algunas personas opten por evitar las relaciones y las situaciones sociales.

Silueta de persona en la oscuridad

Una buena estrategia  para afrontar estas situaciones es intentar encontrar el origen estas creencias negativas. Luego podemos modificarlas en el entendido que favorecer las relaciones sociales es parte de la inteligencia emocional.

6. Aprende a decir que “no”.

¿Te cuesta decir NO cuando te piden algo? ¿Te sientes culpable o en falta cuando lo haces? ¿Accedes a compromisos frecuentes que en el fondo te hubiese gustado rechazar?

Aprender a decir NO sin sentirnos culpables indica un buen manejo de las emociones. Significa llevar una vida más feliz, con relaciones auténticas y equilibradas.

Cuando te niegas a hacer o decir algo, no significa que eres egoísta, ni que estás discrepando con la persona que te pide el favor.  Puedes explicar las razones, pero no des excusas.

Por ejemplo, te invitan a ver una obra de teatro y no te gusta el teatro. Si contestas “estoy ocupado” volverán a invitarte en otra oportunidad, o probablemente te pregunten “¿cuándo estás disponible?”

Decir no es una habilidad emocional que nos permite decir lo que sentimos sin mostrarnos sumisos ni agresivos. Es un derecho que todos tenemos, si bien muchas veces la otra parte no se mostrará comprensiva o respetuosa.

Ser hábiles y respetuosos en la forma de comunicarnos con los demás y con nosotros mismos ayudará a que eliminemos sentimientos de culpa y frustraciones que ocurren cuando no hacemos lo que queremos. 

Si la persona insiste, puedes utilizar la técnica del “disco rayado” que consiste en dar cuantas veces sea necesario la misma respuesta, sin añadir ninguna otra palabra, siempre en un tono de voz neutro.

Ejemplo “Te agradezco la invitación, no me gusta el teatro”.

7. Expresa lo que sientes en forma asertiva

¿Te sientes identificado con alguna de éstas situaciones?

  • Llega un amigo al país y te pide que vayas a buscarlo al aeropuerto.
  • Un amigo del extranjero te pide que lo alojes en tu casa.
  • Sientes que te mereces un aumento de sueldo y no te animas a comunicarlo a tu jefe.
  • Te piden algo prestado de mucho valor para ti.

Es importante que manifiestes tus sentimientos y necesidades en forma directa y honesta. Implica respetar los pensamientos y necesidades de los demás y los tuyos propios.

Es aconsejable que uses oraciones simples y en primera persona, acompañadas de un lenguaje corporal apropiado.

Ser asertivo significa exponer ante los demás tus deseos verdaderos, es una forma de mostrar confianza, autoestima y respeto. Sentirás que puedes resolver los problemas que se presenten sin que interfieran emociones negativas como la ira, la frustración o el autorreproche.

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8. Asume la responsabilidad por tus actos.

¿Cuántas veces se has sentido enojado por algún comentario que alguien hizo sobre ti? ¿Has respondido en forma agresiva? ¿Te protegiste bajo el lema que esa persona te ofendió y sacó de ti lo peor?

Te diré algo, tus reacciones son tu responsabilidad.

Al aceptar la responsabilidad de nuestros sentimientos y actos hacia los demás estaremos contribuyendo a fomentar un buen equilibrio emocional , lo que tiene repercusiones sobre nuestra salud física y psicológica. También estaremos construyendo un mundo más sano.

Sólo tú eres responsable de tu comportamiento y de cómo manejas tus emociones.

9. Expresa cómo te sientes y lo que quieres.

Cada vez que viene una pareja a mi consulta, lo primero que les digo es que “entre ellos no pueden leerse la mente”. 

¿A qué me refiero? A que muchas veces, tanto el marido como la esposa quieren y esperan que su pareja sepan por intuición lo que ellos necesitan, lo que sienten y desean sin que sea necesario decirlo.  

Seamos sinceros, la capacidad de expresar lo que sentimos es esencial para mantener relaciones cercanas saludables.

Esto es aplicable a todas las relaciones, tanto afectivas como laborales y sociales.

El contacto visual, un mensaje en el teléfono, un pequeño regalo, preguntar a la otra persona cómo se siente o cómo ha sido su día hacen la diferencia  a favor de las personas emocionalmente inteligentes.  

¿A cuántas personas les cuesta dar un abrazo, un beso, decir te extraño, te quiero o me hace bien pasar un momento contigo? Piensa un momento en tu grado de empatía ¿Crees que puedes mejorarlo?.

10. Aplica de manera práctica los cambios que deseas

Si piensas que tu teléfono móvil te está quitando calidad y tiempo en tus relaciones afectivas o laborales, lo que debes hacer es mantenerlo apagado durante ese tiempo concreto. 

“Adueñándose de nuestra atención, la tecnología entorpece nuestras relaciones.”

D.Goleman

Tal vez estés trabajando en un proyecto y necesitas concentración. Lo mejor sería buscar un lugar tranquilo, alejado del bullicio y el ruido.

No debes posponer los cambios que consideres que tendrán un efecto positivo en tu vida. La plasticidad neuronal modificará conexiones a favor de los nuevos hábitos instaurados.

“Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes”

Confucio

Conclusión

Las personas que gestionan inteligentemente sus emociones gozan de una mejor salud física y psicológica

En el mejor de los casos el cociente intelectual parece aportar tan solo un 20% de los factores determinantes del éxito.

Son varias las investigaciones que han comprobado los beneficios de desarrollar la inteligencia emocional en diversos ámbitos, demostrando que la falta de ésta habilidad afecta todas las áreas de la vida de una persona.

La buena noticia es que se puede desarrollar con estrategias de afrontamiento positivo con efectos a nivel académico, en la pareja,  la familia,el trabajo y en las relaciones sociales

“Las emociones negativas intensas absorben toda la atención del individuo, obstaculizando cualquier intento de atender a otra cosa”. Daniel Goleman.

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4 Fuentes

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Fuentes

  1. Daniel Goleman. Inteligencia Emocional. 1995.
  2. Daniel Goleman. La práctica de la inteligencia emocional. Kairós. 1999.
  3. Ma. del Carmen Morón Macías. La inteligencia emocional en la infancia.
  4. Lawrence Shapiro. La inteligencia emocional de los niños.

Por

Psicóloga

Jacqueline Sabaj es Licenciada en Psicología especializada en psicoterapia con orientación cognitivo-conductual. Se dedica al estudio de los desórdenes de la personalidad y centra su atención en cómo minimizar su impacto en la vida de las personas. Jacqueline completó su formación en la Universidad de la República del Uruguay.

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